Al lado del mar, no hay zona mas romántica. El mundo es mucho mas ancho allí, mas oportuno, mas irreal. Cuando el sol se mete dentro de las aguas y el mundo toma un color dorado todo desprende una magia,... Las diosas se vuelven mas golfas, los vicios se alteran.. pero el mar sigue llano, acechando algun pedazo de carne que embriagado con su olor a azucar putrefacto, se lanze a sus delicados mantos.
Una diva sentada en las piedras del rompeolas, se deja mirar tras los ojos de un flash, mientras contempla ese color que viene del cielo y se va al infierno. Las risas se oyen, los putos diablos azechan el sol, que cada vez va adentrandose mas y mas dentro de las aguas, i asi el mar desprende mas y más el olor a azucar putrefacto. La diva ondea su dorado pelo al viento.